Autoestima.

Este es uno de los cuentos que NO quedó en la antología ¡Basta! + de 100 personas contra la violencia infantil.

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“Eres tonto” es una frase muy fuerte, sino lo entiendes eres tonto. Por lo general viene acompañada de un “tu siempre la cagas”, o sino hacen alusión a mi torpeza… no es mi culpa, estoy creciendo y no manejo mis propias capacidades. Creía que en el colegio uno se asía con herramientas para vivir; y las únicas herramientas que saco al limpio son cosas como “No sea idiota, señor” o “Parece que viene puro a calentar el banco”; sé que puede ser exasperante el no entender a la primera, pero ¿no se trata de eso el aprender? ¿De caerse y levantarse montones de veces hasta que la lección está aprendida? Tal vez mis padres y profesores tengan razón, soy un tonto y por eso no puedo entender sus lecciones.

Con ella

Este es uno de los cuentos que no quedó en la antología ¡Basta! + de 100 cuentos contra el abuso infantil.

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Con ella disfruto jugar. Está encerrada, ya no la dejan salir. Yo también estoy encerrado, pero siempre lo he estado. Ella está triste, quiere jugar conmigo y conocerme más. Sus papás no la dejan, ellos no me quieren nada; no sé por qué si ni me conocen. Hace no mucho hablábamos los tres: yo, mi amiga y otro chico, no lo conozco mucho porque no lo veo desde ese día, pero siento que necesito pasar más tiempo con él, también es divertido para jugar. Tengo la extraña sensación de que ellos dos hicieron algo malo; por eso ya no podemos jugar los tres, pero los dos son unos niños, 13 y 15 años no son suficientes para entender. Ahora tengo frio, parece que ella me llevó a un doctor, siento que me apago, siento que muero. Muero amando a mi madre. Y conmigo muere su inocencia.